jueves, 27 de diciembre de 2012





LA HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL TRÁNSITO. Fundación, sedes y autoría de su imagen.
Antonio Padial Bailón
La investigación de los temas relacionados con nuestras hermandades e imágenes devotas, ha sido algo que ha tenido un tanto despreocupados a los investigadores sobre cuestiones granadinas, incluso a nivel de nuestra famosa universidad, con honrosas excepciones. No así, lo relacionado con otros ámbitos de la historia de nuestra ciudad, donde existen numerosos y notables trabajos.
El espacio que ocupan nuestras hermandades, dentro del pasado acontecer de nuestra ciudad, se revela con una enorme trascendencia para conocer el devenir histórico y sociológico de la ciudad. 
Aquí, vamos a traer a colación una hermandad de la que poco se sabe, como de tantas y tantas otras, y de su devota imagen, que yace, un tanto olvidada, en su actual capilla de la iglesia de Santo Domingo.
Hace pocas semanas descubrí en el Archivo del Arzobispado de Granada, en su legajo 13-F, una serie de documentos, que nos conducen al conocimiento de la fundación e imagen titular de la Hermandad del Tránsito de Nuestra Señora, de antigua devoción en el castizo barrio del Realejo, de donde no salió nunca, y de las dificultades de su establecimiento hasta encontrar su sede definitiva en la parroquia de Santa Escolástica, iglesia que estaba situada en la calle del mismo nombre, junto a la Casa de los Tiros. En el siglo XIX, la parroquia se trasladó a la iglesia de Santo Domingo, donde hoy permanece. 
Dichos documentos se basan en un pleito, que mantuvieron en año 1733, el hermano mayor Juan Bravo Pacheco y sus partidarios, y el mayordomo de 1733, Fernando de Bargas (Vargas) y los suyos, enfrentados por el desacuerdo sobre la sede canónica en la que se iba a establecer la Cofradía.
De los citados documentos se infiere que la hermandad se fundó, en 1730, en el Convento de Belén, de Mercedarios Descalzos. Este convento estaba en la calle Molinos, donde hoy se levanta un colegio público frente al cine Alhambra; después de la exclaustración de los frailes sirvió de penal, ”el Penal de Belén”, que fue demolido en 1933, durante la 2ª República. 
“… que diferentes devotos de la reyna de los ángeles, se juntaron en el convento de la Merced de relixiosos descalzos (Belén) en el año pasado de 730 (1730) y constituyeron y fundaron la expresada hermandad, cuias Reglas y constituciones se aprobaron por esa jurisdicción..y por no aver tenido efecto que la referida hermandad permaneciera en dicho convento, se resolvió hacer tránsito y que quedase en la parroquial de San Zecilio…”
Poco tiempo estuvo la Hermandad en el Convento de Belén, apenas un año. Poco después de su fundación, el 29 de abril de 1731, encargan los mayordomos la imagen de la Virgen. Parece, que una vez realizada, tienen algún conflicto con los mercedarios descalzos, de modo que han de salir del convento y la imagen es trasladada, mientras encontraran sede y capilla, a la casa de Joseph Zapata y, después, en 1733, a la  del mayordomo Fernando de Vargas. Ese año al llegar las fiestas de la Virgen, el 15 de agosto, la imagen la llevan en procesión, desde la casa del mayordomo a la iglesia parroquial de San Cecilio, para hacerle la función principal anual, aunque con el ánimo de volverla en procesión al domicilio particular. Sin embargo, el hermano mayor entrante, Juan Bravo Pacheco (los cargos se elegían el día 15 de agosto, día de la Asunción) pide al Provisor D. Alonso de Guzmán y Bolaños, que no autorice la salida de la imagen de la iglesia de San Cecilio, lo que consigue de éste, para que no se traslade al convento del Carmen, donde habían conseguido en abril de 1734 los anteriores mayordomos una capilla.
En este momento, es cuando se produce el conflicto que divide a la hermandad entre los que querían permanecer en San Cecilio, impulsados por el sacristán, Bernabé Saquero, y los que desean buscar otra sede, porque en San Cecilio los beneficiados y párroco no estaban demasiado predispuestos a que se quedara en dicha parroquial, alegando que sólo había cinco capillas en la iglesia, que estaban ocupadas por hermandades y no quedaba ninguna adecuada para colocar la imagen. Asimismo, decían, que la Virgen estaba colocada indecorosamente en la tribuna de la iglesia, que era parte de la vivienda del teniente de cura. También las cuatro hermandades con sede en San Cecilio: La de Ntra. Sra. de la Paz, la de Ntra. Sra. de la Salud, la de las Ánimas Benditas del Purgatorio y la del Cristo de los Favores, se oponían a ello y se personaron, excepto la de los Favores, en el pleito ante el Provisor y Vicario del arzobispado.
A raíz de la declaración que hace el párroco de San Cecilio, Joseph Ventura Díaz, de las cinco capillas al culto que había en el templo, podemos conocer la situación de las hermandades con sede en la iglesia y las capillas que ocupaban. Así, la primera capilla a la derecha, bajando del presbiterio, la ocupaba la imagen del Ecce Homo, que no tenía hermandad, pero por devoción la cuidaba D. Francisco de Arán y Perea, escribano de Corte.
La siguiente capilla, la ocupaba el Santo Cristo de las Llagas, imagen de pintura, que no tenía retablo y en cuya capilla se servía la Hermandad de las Benditas Ánimas, que cuidaba de su lámpara, habiendo devotos que le ofrecían una misa los Viernes y festivos. Aquí pretendían colocar a la Virgen, subiendo el cuadro, de hecho allí la colocaron después .Esta capilla hoy está ocupada por el Cristo de la Columna de Alonso de Mena, procedente del convento de Belén.
En la tercera del mismo testero estaba la capilla de la de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Salud, de gran devoción en esa época, cuya capilla era la Sacramental. La hermandad estaba unida entonces a la del Santísimo y ha estado viva, al menos, hasta 1952, procesionándose la imagen aun hacia 1940. Esta capilla la ocupa la Virgen de Belén, también atribuida a Alonso de Mena, procedente del convento de Belén.     
La cuarta capilla: “La quarta Capilla en que está colocada la Stma. Ymagen del Xpto. Crucificado con el título de los Fabores (Favores) que está el culto a cargo de su hermandad”. Esta capilla, por la descripción que se hace, es la primera de la izquierda, bajando del presbiterio, es decir, la que aún hoy ocupa el Cristo de los Favores.
La última y quinta estaba dedicada y servida por la Hermandad de Ntra. Sra. de la Paz. Era la primera hacia los pies de la iglesia entrando por la puerta en que hoy se accede al templo. Después, las dos últimas al fondo de la iglesia estaban tapiadas para guardar las esteras, andas y otros enseres. 
En el año 1734 se elige hermano mayor a Pedro de Vargas y mayordomo al fraile Bernardo de Castro (del grupo de los que querían sacar la imagen de San Cecilio). Estos siguen el pleito y consiguen del Marqués de los Trujillos y Duque de Gor, de la casa noble de los Fernández de Bobadilla, que les ceda una capilla de la que era patrón en la iglesia de Santa Escolástica, donde la familia tenía su panteón. Ante esta circunstancia el Provisor dictó un auto a favor de éstos autorizándoles a que trasladaran la imagen a Santa Escolástica.
“...y que abiendo tratado con el beneficiado y ministros de la parrochia de Santa Escolástica, para que se colocase en dicha Yglesia en capilla que para el dicho efecto ofreció el Sr. Marqués de los Truxillos (Trujillos ) y habiendo concedido Vmd. lizencia y tratando de llevar la ymagen parece ser que por el sacristán y otros feligreses de San Cecilio se acudió a Vmd para que no saliese la ymagen de San Zecilio y que Vmd retiró la licencia…la petición es maliciosamente inducida por el sacristán, pues no es hermano de la cofradía…Granada en 9 de septiembre de 1734”.
El sacristán Sequero, que había conseguido con artimañas la firma de bastantes hermanos y de Juan Bravo Padilla, y de Tomás Garrido, fundadores y anteriores hermano mayor y mayordomo, se ve descubierto en la declaración de éstos, que se retractaron y alegaron que el sacristán no les había dicho que la imagen tenía capilla ofrecida en Santa Escolástica.
Por fin, la imagen y su hermandad se trasladan a Santa Escolástica el 8 de noviembre de 1734, a pesar de la apelación del auto por la otra parte, que no prosperaría, pues la hermandad recibe los documentos aportados al pleito, por haber finalizado éste, el 12 de mayo de 1736.
Al pleito, es aportado el contrato firmado por la hermandad y el escultor de la imagen. Se firma el documento el 29 de abril de 1731 con el escultor Joseph Ramiro (su nombre completo era Joseph Ramiro Ponce de León)      
“Como profesor del arte de la escultura recibí del Sr. Dn. Fernando de Bargas, el Sr. Antonio Palencia y el Sr. Joseph Gutierrez vecinos de esta ciudad 50 reales de vellón por quenta de setesientos y cinquenta en que está ajustada una imagen del Glorioso Tránsito de Ntra. Sra. que a dichos señores e de hazer con las circunstancias siguientes, de estatura de bara y media , la cabeza para peluca, los ojos entreabiertos, los tercios del cuerpo e bestido con armilla, enaguas blancas de escultura y los brazos de movimiento para bestir y los pies adecuados para calzarlos. Y dicha Ymagen e de dar acabada para el día primero de agosto deste año de la fecha y para que conste lo firmé en Granada en 29 días del mes de abril de 1731. Dn. Joseph Ramiro”.
Al margen está la carta de pago firmada el 7 de octubre de 1731 por Joseph Ramiro y, detrás del documento, hay las entregas a cuenta por 250 reales, más 14 varas y media de tafetán negro doble a precio de 13 reales la vara. En 26 de agosto recibió 55 reales, más 55 reales, más una vara de tafetán blanco  a 6,30 reales y el 30 de septiembre recibió 100 reales más.
La urna o sepulcro de la imagen la realizó el tallista Antonio Romero, tres años después, en 1733: “ Rezebí de Dn Pedro de Bargas y del hermano Bernabé de Castro…hermano mayor y mayordomo de la Ble. Hermandad del Tránsito de Ntra. Sra. ziento y quarenta y nueve reales y medio de vellón con los quales se me acabó de pagar un sepulcro que he hecho para dicha Stma. Ymagen y por ser verdad lo firmé en Granada en 6 de septiembre de 1734 años. Son 149 reales y m. Antoni Romero”.
Y por último la corona de plata, que actualmente no tiene puesta la imagen, la realizó el orfebre Manuel Ruiz Gamarra. “… quatrozientos y noventa reales de bellón por una corona que entrego para dicha Ymagen con peso de veinte onças… diez reales de plata la onça, importa la dicha plata trezientos y setenta y seis maravedíes, de las hechuras a ocho pesos que importa dicha corona cuatrozientos y noventa doi de limosna los seis reales y seis mr. y para que conste lo firmé en granada en uno de marso de 1733 años. Son 490 reales de bellón Manuel Ruiz Gamarra”.
Pocas obras se conocen del escultor José Ramiro Ponce de León, ahora descubrimos una de él, pero de la indudable valía del artista son las hizo para la portada de la Basílica de San Juan de Dios, como son las columnas e imágenes del Santo y de los Arcángeles San Rafael y San Gabriel realizadas en mármol.
La parroquia, la Hermandad y su imagen pasan, poco más de cien años después, en 1837, a la iglesia de Santo Domingo, al suprimirse el convento dominico. Actualmente, la hermandad está perdida, aunque aún tenía vida celebrando su tradicional novena y función hasta 1936. La imagen de Ntra. Señora del Tránsito hoy está con su retablo en la capilla cuarta de la izquierda del templo dominico, donde se trasladó la parroquia de Santa Escolástica.